Ya estamos a mitad del trayecto de «Navega por tu vida, siendo tú el capitán», 9 cursos de dos horas en el que ya empieza a notarse cambios.
Una oportunidad para conocer y analizar el mar por el que cada uno nos movemos, y hacia a dónde nos estamos dirigiendo.
Hemos elegido destinos fáciles, cercanos, pero a lo largo del trayecto, es muy bonito ver cómo hay quien se atreve con destinos (objetivos, metas) más grandes, profundos… Quien cambia la ruta, quien añade, quien quita, en definitiva, empezar a hacerse responsables de su barco y las circunstancias del mar por el que eligen navegar.
En el primer curso, era como cuando vas a probar el agua de la piscina por primera vez en verano, meto solo un pie y voy con precaución, no sea que esté muy fría. Ayer, a mitad del trayecto, fue súper bonito ver cómo nos íbamos atreviendo a tirarnos de cabeza a algún tema importante de nuestras profundidades personales y emocionales.
Espero que, al final del trayecto, todas y cada una de las personas que están participando, tengan la sensación de que dirigen el rumbo de sus vidas y son el mejor capitán para su barco.
Namasté